martes, 3 de mayo de 2011

Al teléfono



Aunque no os lo creáis, ésta es una de las primeras anécdotas que atesoro en mi mente desde aquella semana que entré por la puerta de un despacho. Decidí coger el teléfono con todo el buen arte que atesoraba, aunque no era mi trabajo, para encontrarme con un tipo que a través del hilo telefónico me hablaba como ofreciéndome un par de h…s, confundiéndome por mi jefe.

Primer apunte en cuanto a la atención al público, y da lo mismo si es por teléfono o en persona: te portes como te portes, si no adoptas la postura de vasallo limpiabotas, siempre vas a ser el mayor sinvergüenza y maleducado del mundo. Esto os lo dice uno que por no poder dar cita por teléfono para el jefe, ya que éste era el que establecía su agenda, el cliente le llamó al móvil instándole a que me despidiera. Todo eso, por supuesto, tras insultarme llamándome inútil e incompetente y amenazándome antes de colgarme.

Ahí queda eso. Tenéis que poneros en plan Kevin Spacey en “American Beauty” cuando llamaba para conseguir clientes para su revista o la del “contribuyente americano”. No hay otra.

Eso sí, si eres mujer… Para eso ya tenemos otro chiste por ahí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

quien no ha pasado por esto...

Javier dijo...

Ya veo que os animáis a comentar...

Entonces, no soy el único bicho raro al que le ha pasado esto????

Ana Vidal dijo...

bueno, yo podría escribir un libro de anécdotas de pasante... y lo que me queda.

Javier dijo...

Todo es ponerse a ello Ana!!!, aunque suelen salir mejor las anécdotas con viñetas. Si no tienes chispa y gracia escribiendo, terminanas rociando el texto con demasiado amargor, al menos en mi caso.

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Manual de combate "El Arte de la guerra legal para el pasante y el abogado novato"

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