Estos son los sufridores, por orden alfabético:
Alejandro. El que da la cara. Digamos que el que trabaja de abogado en atención al público. Curiosamente será el único que reciba un poco de muestras de respeto. Sin embargo, como siempre, los clientes harán más caso o tendrán más confianza en un amigo cualquiera, que en él o en cualquiera de sus compañeros.
"Denver". Pasante provisto de un propio sentido del humor cáustico con el que trata de sobrevivir a diario en la selva del Guadalcanal jurídico. Por razones que se le escapan a su lógica deductiva, nota que los clientes le tratan como si fuera el tonto del bote.
Grace. Pasante y, además, mujer. Todo un delito a perseguir en la sociedad. Siempre confundida por la secretaria cuando no lo es. Siempre despreciada por los clientes al considerar que su trabajo "lo puede hacer cualquiera".
4 comentarios:
Compañero, confieso que de pasante fui Grace, y lo que es peor, que lo sigo siendo... Motivo, tener un despacho junto a otros dos compañeros varones y que a algunos clientes les parezca alucinante que la única mujer en el despacho no sea su secretaria...
Buen blog! Felicidades!
Sí, la verdad es que sobre este aspecto he podido hacer bastantes viñetas...
Es algo curioso, sobre todo por que las mujeres que vienen al despacho son las más reticentes a que una mujer sea abogado. No veo que haya ese problema con los médicos mujer.
Gracias, Musa.
"la secretaría", "la becaria", "la chiqueta eixa que tens"... en fin... cinco años estudiando para esto... pasante y mujer. todo el pack. hay dias que hay que respirar hondo... muy hondo...
Veo que es algo que escede de las fronteras de la santa casa en la que trabajo, Ana...
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